La precariedad del régimen militar se agudizó con las manifestaciones callejeras. Las ambiciones de sus ministros habían ya condenado al gobierno. A principios de abril el titular de Gobierno, Antonio Seleme, el más audaz de los ministros conspiradores, tomó contacto con la oposición, particularmente con el MNR (Siles Zuazo, Lechín), partido al que Seleme incluso juró, y con FSB (Únzaga). El ocho, una reunión del ministro con un joven dirigente falangista terminó con la salida de Falange del golpe, por discrepancias de programa y eventual distribución de cargos.
Creada bajo la influencia del fascismo español, Falange nació el 15 de agosto de 1937. Fue fundada por Óscar Únzaga de la Vega, Guillermo Kennig Voss, Federico Mendoza, Hugo Arias y Germán Aguilar Zenteno en Santiago de Chile. Los conceptos corporativistas del fascismo europeo igual que su profundo sentido nacionalista, fueron ingredientes importantes de este partido, así como un anticomunismo radical. En 1943 se incorporó Acción Nacionalista Boliviana de Gustavo Stumpf Belmonte y Carlos Puente La Serna.
En 1952 estuvo a punto de formar parte del movimiento subversivo que protagonizó la revolución del 52, pero Únzaga se retiró a último momento. Fue el partido que combatió con más ahínco al MNR y sufrió la violencia y los campos de concentración de ese período (1952-1964). En 1971 llegó por primera vez al gobierno junto al MNR, apoyando a Banzer. Para ese tiempo los grupos de choque de FSB practicaron violencia e intolerancia. Después de su salida del gobierno llegó su decadencia hasta su casi desaparición del escenario, aunque la sigla se mantiene vigente.